Después de un tiempo que la pareja ha contraído matrimonio, cada uno de ellos empieza a darse cuenta de cuántas diferencias hay entre ellos. Antes del matrimonio, y durante la luna de miel (por mucho que pueda durar), ¡ellos hablan mucho acerca de cuan afines son! El hecho de que uno es hombre y la otra es mujer debería ser un indicio de que hay muchas diferencias entre ellos.
Hace algunos años, vimos un ejemplo de esto en un espectáculo en Disney World, en Orlando, Florida. En un programa infantil llamado “Country Bear Jamboree”, una escena animada mostraba a un oso y a un pulpo que supuestamente estaban casados. Ellos cantaban una vieja canción de amor “Vivimos en dos mundos diferentes”. Algunas parejas se sienten así de mal emparejadas. A veces la pareja puede sentir que su unión es un error y que jamás podrán llegar a realizarse juntos. Dios quiere que entendamos la manera en que tenemos que ser unidos. Él es poderoso para obrar en cada vida a fin de que en la pareja cada uno llene al otro más de lo que alguna vez soñaron.
También ayuda el entender que las diferencias entre un esposo y su esposa son normales. Tal vez usted sienta a veces que su matrimonio es el único que afronta esas diferencias, pero Dios ha creado esas distinciones entre un hombre y una mujer para que ambos puedan completarse el uno al otro y no para estar en conflicto.
Los hombres y las mujeres ven las situaciones y las circunstancias desde perspectivas diferentes. Los hombres tienden a reunir la información o los hechos de un incidente y ponerlos en orden para sacar una conclusión lógica. Las mujeres ven la misma situación a través de sus emociones. Ellas no se preocupan demasiado por los hechos, sino más bien por cómo se sienten personalmente, o cómo esas circunstancias hacen que otros se sientan. Esta es la razón por la que una esposa siente que su esposo es insensible o descuidado. Obviamente, ambas perspectivas son importantes.
La manera en que los hombres y las mujeres cuentan las historias revela otra diferencia interesante entre los sexos. Generalmente, los hombres aportan suficientes datos de respaldo para dar la idea general de lo que está ocurriendo. Las mujeres en cambio, tienden a formar un laberinto de detalles y ángulos de la historia, hablando vez tras vez de cómo se sintieron acerca de todo lo que ocurrió. Cuando los hombres escuchan a una mujer narrar un suceso, a menudo encuentran tedioso el esfuerzo por entresacar lo que ocurrió, y tratar de separar lo necesario de las partes periféricas. Cuando comparto algo con Angeline, ella siempre me pide más detalles. ¡Las mujeres aman los detalles!
Para un hombre ir de compras se vuelve una expedición de cacería: perseguir, cazar y regresar a casa. Esto nunca sería así para una mujer. Para ella, ir de compras es una experiencia, todo un evento, sentir el ambiente de las tiendas, tocar la mercancía, curiosear y llenar sus sentidos. A menudo, Angeline regresa de compras diciéndome cuánto ha ahorrado, cuando yo sólo quiero saber cuánto ha gastado. Los hombres se encienden sexualmente por lo que ven, las mujeres responden más por lo que oyen. El Cantar de los Cantares, demuestra la forma en la que un esposo habla a su esposa para provocar su respuesta hacia él (Cnt. 2:14; 4:1-7).
Mi esposa disfruta de armar rompecabezas. Es un tiempo de quietud en el que Dios le habla con frecuencia. A veces ella se vuelve el “rompecabezas”, y empieza a creer que faltan piezas o que se revolvieron con otro rompecabezas. Cuando se tranquiliza, se aparta del lugar por un momento, para después regresar al rompecabezas y entonces las piezas empiezan a encajar perfectamente una al lado de la otra como para lo que fueron hechas. De la misma manera, algunas diferencias en las parejas parecen ser irreconciliables, pero Dios puede obrar para que sus puntos fuertes y débiles complementen perfectamente el uno al otro, así como un difícil rompecabezas en el que finalmente todo encaja a la perfección. Es verdad que si tratamos de hacer funcionar esas diferencias en nuestra propia fuerza, llegaremos a frustrarnos y desanimarnos. Debemos
entender la importancia de
buscar primeramente el reino de Dios y su justicia
Mt. 6:33.
Él puede hacer que aquello que nos parece que son diferencias irreconciliables funcionen para que nos
complementemos perfectamente el uno al otro.
Te amo en el amor del Señor Jesús.
¡Dios te bendiga!
Pastor Wiliam Recinos.