Hay áreas en nuestra vida que Dios llenará con atributos que Él ha obrado en nuestro compañero. Sin embargo, muchas personas buscan una pareja para que llene ciertas áreas de su vida. Es tonto y frustrante tener expectativas de su compañero que sólo Dios puede realizar y cumplir. Una mujer testificó de la terrible
soledad en la que ella estaba después de la muerte de su esposo de muchos años. Después de un tiempo, comenzó a buscar al Señor, y se dio cuenta que Él estaba llenando áreas de su vida que siempre había esperado que su esposo llenara. Esta mujer se volvió como aquellas santas mujeres que esperaban en Dios” (1 P. 3:5). Muy a menudo, tenemos nuestras expectativas y confianza en nuestro compañero, cuando deberían estar en Dios.
Algunas de las diferencias entre las parejas son muy complejas, y necesitan tiempo y gracia para ajustarse el uno al otro. Se ha dicho: “si ambos somos exactamente iguales, uno de los dos no es necesario”. La razón por la que los opuestos se atraen es porque todos necesitamos alguien diferente a nosotros para ayudarnos a llenar esas áreas vacías o deficientes en nuestra vida. Cuando dejamos que el Espíritu Santo nos madure, esas diferencias comienzan a ajustarse y nos perfeccionamos el uno al otro.
Te amo en el amor del Señor Jesús.
¡Dios te bendiga!
Pastor Wiliam Recinos.