Cuando pensamos en la sujeción, en la mayoría de las personas prevalece más el concepto de obediencia. Pero hay otra parte esencial del asunto.

Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.

He. 13:17

Vemos aquí que obediencia es una palabra y sumisión es otra, usadas para expresar conceptos diferentes. La palabra traducida aquí por “sujetaos” literalmente significa “rendirse”.

Cuando un corazón es recto, hay disposición para compartir con Dios como Adán y Eva; ellos deseaban encontrarse con Él en convivencia y compartir su corazón con Él. Cuando ellos transgredieron se escondieron y ya no quisieron compartir con Él.

Aquí está otra aplicación práctica de este concepto. Cuando un empleado tiene una idea que él piensa que le ahorrará dinero a la compañía, podemos decir que “somete” su idea a su jefe. Él está “rindiendo” su idea a la consideración de quienes están sobre él en su trabajo.

Consideremos otro ejemplo. La policía está investigando un accidente en el que usted fue testigo. En ese punto usted debe tomar una decisión, si revelará o no lo que ha visto para ayudar a la investigación. Usted decide “rendir” o “someter” a la policía lo que vio. De la misma manera, Dios quiere que una esposa se sujete a su esposo, compartiéndole las circunstancias que ella enfrenta diariamente. Esto debe penetrar a las profundidades de sus pensamientos y sentimientos. Ella debe compartir todo su corazón con su esposo a fin de que él cuente con información completa con la cual pueda tomar decisiones que sean lo mejor para ella. Si ella guarda secretos y esconde información, o la perspectiva que ella tiene, él estará en mayor desventaja. Algunas esposas practican lo que podríamos llamar “sujeción selectiva”; sólo le dicen a sus esposos lo que ellos quieren
escuchar, con la esperanza de que sus esposos tomarán la decisión que ellas quieren que tomen. Esta puede ser una práctica peligrosa. La sujeción no quiere decir que la esposa siempre debe estar de acuerdo con las ideas o decisiones de su esposo, sino que ella debe mantener una actitud recta y responder correctamente.

A veces el esposo toma una decisión que su esposa piensa que es totalmente ridícula. Esto se debe en parte a que ella tiene información que él no tiene, y que ella no ha sometido ante él.

Con frecuencia, cuando él finalmente conoce todos los hechos, él está de acuerdo que su decisión fue absurda, y cambia la orden que le dio a su familia. ¿Cómo puede un esposo ofrecer un liderazgo bueno y apropiado si la información es retenida?

Hace algunos años, Angeline y yo fuimos llamados a visitar en el hospital a una señora que aparentemente tenía un problema del corazón. No habíamos estado allí ni cinco minutos cuando comenzó a decirnos que había comprado cosas por varios miles de dólares sin que su esposo supiera del asunto. Ella tenía un empleo y estaba tratando de pagar la deuda por su cuenta, manteniendo todo en secreto de su esposo. Inmediatamente me
sentí obligado a decirle que ella no debía mantener más este asunto a espaldas de su esposo. Su esposo no era salvo y eso la hacía más reticente a revelar este incidente. Ella dijo: “mi esposo me matará cuando escuche esto”. Yo le respondí: “pero usted está aquí con problemas de salud, derivados del estrés de mantener escondida esta situación, y puede morir si no comparte esto con él”. Más tarde, ese mismo día, ella abrió su corazón con su esposo y descubrió que él fue muy comprensivo y dispuesto a ayudarla a hacerse cargo de todo. Ella salió del hospital muy pronto sin mayores problemas de salud.

Esta esposa se metió en una situación angustiosa. Ella necesitaba la ayuda de su esposo para salir de la deuda y ser protegida también para no repetir la situación. Mediante la sujeción a su esposo ella obtuvo victoria en esa área de su vida, en la que había luchado sola por tanto tiempo. Cuán importante es que una esposa comparta todo su corazón con su esposo y no le guarde nada.

Te amo en el amor del Señor Jesús.

¡Dios te bendiga!

Pastor Wiliam Recinos.

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