No nos sintamos condenados cuando el Espíritu Santo, nos muestre un pecado, lo que él quiere es tratar con esa área de nuestra vida y eliminar ese pecado en nosotros.

El anhelo del Espíritu es transformarnos hasta que lleguemos a la medida del varón perfecto, pero es necesario nuestra humillación reconociendo nuestros pecados y clamando por su gracia para poder ser fieles delante de su presencia.

Que la vida y las circunstancias nos sirvan como espejos, que nos muestren, por la manera en que reaccionamos, las áreas de nuestra vida en donde necesitamos su perdón, su liberación, su misericordia y gracia, a fin de que su gloria vaya creciendo en nuestra vida.

¿Quién es el que cumplirá su propósito en mí?

Jehová cumplirá su propósito en mí;

Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre;

No desampares la obra de tus manos.

Salmo 138:8

¿Qué hace Dios con nosotros?

Clamaré al Dios Altísimo,

Al Dios que me favorece.

Salmo 57:2

¿Qué hace Dios por nosotros?

Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras.

Isaías 26:12

¿Qué hará Dios?


les daré un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos

Jeremías 32:39

¿Cuál es la meta que Dios quiere hacer en nosotros?

Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.

Romanos 8:30


A veces estamos más preocupados por lo que hacen las personas, los comentarios negativos, las noticias no alentadoras, el aparente mal testimonio de los demás, la falta de atención de otros etc. mi verdadera preocupación debe de ser agradar a Dios.

Ayer pasé a comprar un sándwich a una venta de pollo y estaba un joven pidiendo en la entrada, podría tener entre 18-25 años de edad, invertí alrededor de 20 minutos pensando sobre él, venían pensamientos de porque si está tan joven no busca trabajo, allí está sentado cómo vagabundo pidiendo quizás para drogarse y bueno, solo negativo.

Me quede comi nos mi sándwich en el vehículo para observar todo lo que hacía, mientras comía me llene de insatisfacción sobre esa persona y ní estaba gozando mi almuerzo cuando de repente Dios habla a mi corazón y me dice ¿ya terminaste con tu crítica? ¿Crees que he ignorado este joven?

Y fue cómo un balde de agua fría que me hizo entender y reaccionar pues lo que debería hacer en ese momento era orar por el joven, comprarle un sándwich y guiarle en el camino para que fuera liberado por Dios.

Hermanos el camino a la excelencia es mucho mejor cuando dejamos de hacer y pensar en nuestra naturaleza, recuerda!

Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.

Salmo 138:8

Aleluya!”

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