Cuándo nos encontramos en medio de un grupo de personas cristianas, casi siempre hay más de uno que te pregunta ¿desde cuándo vives para Cristo?
Nuestra respuesta se basa en “sí, me congregó en alguna iglesia”, o “si no tengo una adicción”, etc. Pero el apóstol Pablo es mucho más tajante su respuesta de vivir para Cristo.
conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.
Filipenses 1:20
¿Has logrado ver la intensidad de dominio propio con que el apóstol dice, “de ninguna manera seré confundido”?
Él asegura que engrandece el nombre de Jesucristo por su testimonio. (Cuerpo) de la manera que testificamos es a través de nuestras acciones, estas revelan si realmente vivimos para aquel que confesamos.
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
Filipenses 1:21
Esta declaración es absoluta y demuestra como Pablo estaba dispuesto a glorificar el nombre de Jesús en vida o por su muerte;
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2:20
Nosotros rendimos nuestras vidas a lo que servimos. Si servimos a Cristo, debemos estar rendidos a él. Pero si no nos rendimos, serviremos a nuestra carne y al pecado.
De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
Romanos 7:17
Imagínate que el apóstol Pablo tenía diferentes nacionalidades por causa de su preparación tanto en lo secular como también en los religiosos, y lo expresa en Colosenses:
donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
Colosenses 3:11
Él sabía que lo más importante era hacer de nuevo, alguien totalmente diferente a lo que fue en la vida pasada:
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.
Gálatas 6:15
en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
Efesios 2:2
Esta palabra es poderosa, porque nos explica que cuando no hacemos la voluntad de Dios; no estamos viviendo para él, y si no estamos viviendo para él, podríamos estar bajo la potestad del espíritu inmundo que obra en los hijos de desobediencia.
¿Qué es desobedecer? Como lo dije en la enseñanza pasada, desobedecer es estar en contra de Cristo.
El mandamiento es vivir para Cristo. Cristo nos da gracia, Él murió para que tuviésemos vida y vida en abundancia.
Hay una promesa para los que viven para Cristo:
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
Apocalipsis 3:21
21 Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro:
1 Corintios 3:21-23
22 sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro,
23 y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
¿Te das cuenta la importancia de cuando decimos que vivimos para Cristo? No es solamente una frase bonita, es una declaración que va a acompañada del testimonio.
Porque en él vivimos, y nos movemos, y tenemos nuestro ser; como también algunos de vuestros poetas dijeron: porque somos también su linaje.
Hechos 17:28
y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
2 Corintios 5:15
Preparemos nuestros corazones para un avivamiento en estos postreros días, Dios obrará en los que viven para él.
¡Aleluya!
Pastor Wiliam Recinos