Las Escrituras a menudo utilizan la metáfora del agua para representar que así como nuestros cuerpos físicos necesitan agua natural, nuestras almas necesitan el agua de vida.
Según la ciencia, el cuerpo de un feto está compuesto de puro líquido durante la primera etapa de su crecimiento, un niño de 1-5 años tiene 80%, un adulto 70% y un anciano 50% de agua en su sistema. Mientras analizamos estas estadísticas, nos damos cuenta de lo mucho que es necesaria el agua en nuestros cuerpos.
La ciencia revela que un alto porcentaje de nuestro sistema está lleno de agua, demostrando su papel esencial en mantenernos con vida. Jesús utilizaba con frecuencia los términos “beber” y “agua” para enfatizar el alimento espiritual que Él provee.
Más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Juan 4:14
Las Escrituras se comparan con el agua, ellas nos sustentan en nuestra caminata. Para seguir a Jesús, necesitamos beber del agua de la vida que se nos otorga al estudiar la Palabra de Dios y escuchar lo que Él nos dice a través de Su mensaje.
Todos nosotros estamos sedientos espiritualmente y necesitamos recibir el agua que Jesús nos otorga.
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
Juan 7:37
Según este verso, todos tenemos la oportunidad de beber y recibir la vida eterna.
Hoy en día Jesús sigue clamando a gran voz, llamando a todos aquellos que están agotados, ofreciendo un descanso para los que se sienten confundidos o sin esperanza.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Mateo 11:28
Pero la Palabra de Dios no solo sirve para darnos fuerzas, también es la base para no apartarnos del Señor. La única forma de mantenernos en el camino a la vida eterna es viviendo para hacer la voluntad de Cristo.
En el libro de Corintios, Pablo explica como todos los israelitas recibiendo los beneficios de Dios, pero no todos prevalecieron, algunos se quedaron en el desierto, deseando vivir la vida en esclavitud, la idolatría, la fornicación y era tanta la maldad que en un solo día cayeron 23,000 personas.
Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.
1 Corintios 10:4
Amado lector, es importante estar llenos del agua de vida, pues es la única manera de mantener nuestra vida eterna.
Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
1 Corintios 10:12
Aquí dejaré una lista de agua que debemos de tomar en este día.
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Juan 6:35
8 Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.
Salmo 36:8-9
9 Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz.
Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
Juan 6:37
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6
Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.
Isaías 55:3
Oh Jehová, fortaleza mía y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción, a ti vendrán naciones desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente, mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho.
Jeremías 16:19
Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.
Juan 1:23
Hermano mío, no bebamos de otra agua, ninguna corriente del mundo nos llevará a la vida eterna, solamente el agua de vida nos mantendrá en un mismo espíritu con nuestro Dios.
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llena del Espíritu
Efesios 5:18
¡Aleluya!
Pastor Wiliam Recinos
