1 En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación.
2 Él solamente es mi roca y mi salvación; Es mi refugio, no resbalaré mucho.

Salmo 62:1-2

Nunca podremos por nuestras propias fuerzas alcanzar la medida del varón perfecto. Es imposible para un imperfecto llegar a ser perfecto por sí mismo.

De igual manera que la salvación es imposible ganarla por nuestras propias obras, así llegar a la meta y ser conformado al Hijo de Dios es imposible por nuestras propias fuerzas y obras.

Es nuestro Dios quien debe de hacer la obra en nuestros corazones. Bendito sea nuestro Dios que nos capacitará para obedecerle.

Os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Hebreos 13:21

Pablo enseñó que por la gracia de Dios, él era lo que era. 

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no ha sido en vano. Más bien, he trabajado con afán más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios que ha sido conmigo.

1 Corintios 15:10 (NBV) 

Jesucristo, Pedro, Juan, los apóstoles predicaban: arrepiéntanse, el reino de los cielos se ha acercado, crean al evangelio. Nuestra parte es arrepentirnos y creer al evangelio.

Es necesario reconocer que nuestro camino, era un camino contrario a la voluntad de Dios, que esa dirección nos llevaría a la muerte eterna, a la separación total y definitiva de Dios. Es necesario arrepentirnos y cambiar de dirección, no dirigirnos en contra de la voluntad de Dios, caminando hacia la muerte y el infierno, sino caminando en dirección opuesta hacia la vida eterna. Hacia la voluntad de Dios.

Debemos reconocer nuestros pecados, apartarnos de ellos, y pedir a Dios su gracia para no volverlos a cometer y poder, en cambio, ser obedientes a su Palabra y voluntad.

Recordemos lo que la biblia nos dice:

El que encubre sus pecados no prosperará; Más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

Proverbios 28:13

¡Aleluya!

Pastor William Recinos

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