El propósito de Dios es traer un tremendo avivamiento en estos últimos días para manifestar Su carácter y naturaleza gloriosa a Su pueblo. Dios ha estipulado un orden para todo lo que ha creado. Cuando se respeta ese orden, Su gloria se establece en medio de la situación.

Este principio lo vemos ilustrado en Éxodo capítulos 25-30, allí Dios dio a Moisés un meticuloso diseño del tabernáculo en el desierto. Esos planos para edificar el tabernáculo fueron seguidos minuciosamente, como se registra en Éxodo 36-40. Vemos allí lo que ocurrió después:

Así acabó Moisés la obra. Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo

Ex. 40:33b-34

Cuando todo fue puesto en orden de acuerdo al modelo de Dios, entonces la gloria de Dios se manifestó en el tabernáculo. Unos 450 años más tarde, Dios le dio a David el modelo para el templo que se edificaría en Jerusalén, junto con un detallado orden para la adoración. Cuando todo fue completado, incluyendo el orden en el que los sacerdotes y levitas debían adorar al Señor como una sola voz y una sola sinfonía de instrumentos,

Entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.

2 Cr. 5:13b-14

Nuevamente, una vez que todo había sido puesto en el orden de Dios, Él llenó la casa con Su gloria.

Antes de la ascensión de Jesús, Él les dijo a sus discípulos que esperaran en Jerusalén por la promesa del Padre (Hch. 1:4-5). Ellos tuvieron una reunión de oración de diez días en el aposento alto (Hch. 1:13-14). Ciertamente, durante esa reunión de oración deben haber puesto muchas cosas en el orden de Dios. Es casi seguro que todos los discípulos se arrepintieron por haber dejado a Jesús en Su prueba. Pedro debe haberse humillado por su negación de Cristo y, con toda seguridad, Jacobo y Juan deben haber tenido un cambio de corazón que debió ser grandioso.

Y cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos

Hechos 2:1

Dios había hecho una obra para establecerlos según Su patrón. Entonces fueron todos llenos del Espíritu Santo y toda la casa se llenó de la gloria de Dios. Dios quiere llenar la Iglesia con Su gloria en estos días. Él quiere llenar nuestras familias con Su gloria, pero debemos edificar según el modelo que Dios ha establecido para nosotros. La Iglesia no entrará junta en el orden de Dios a menos que las familias de forma individual se establezcan en la senda que Dios ha ordenado. Él tiene un modelo definido para el matrimonio y la familia.

Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican

Salmo 127:1

Dios revela su lugar de responsabilidad a cada miembro de la familia. A medida que cada uno alberga los propósitos de Dios y recibe la gracia para funcionar de esa manera en su vida diaria, Dios entonces llenará esa casa con Su gloria.

Te amo en el amor del Señor Jesús.

¡Dios te bendiga!

Pastor Wiliam Recinos.

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