Vasti fue la reina de Asuero, uno de los reyes más poderosos de sus días (Est. 1:10-20). Su rechazo a obedecer la petición de su esposo de aparecer en un banquete enfureció al rey. Aunque ella poseía gran belleza física, su esposo se desagradó de ella. Él y sus cortesanos supieron que si se dejaba sin castigo su rebelión, sería el caos para todos los hogares del imperio. El rey Asuero decidió reemplazarla con una más noble que ella.
Finalmente, fue escogida para reemplazar a Vasti una mujer de carácter piadoso llamada Ester. Aunque Dios no permite que un esposo reemplace a su esposa como en este caso, vemos aquí la importancia de que una mujer le permita a Dios transformarla. Ester era lo opuesto de Vasti. En Ester 2:15, vemos que ella dejó que Hegai (quien es tipo del Espíritu Santo), escogiera lo que fuera mejor para ella. Ester ejemplificó lo que Dios busca en el corazón de una mujer hacia su esposo. Más adelante veremos que Dios usó esta cualidad de Ester para cambiar los malvados planes de un tirano y salvar al pueblo de Dios.
Otro prominente ejemplo negativo que hemos de considerar es Jezabel, la esposa de Acab, rey de Israel. Ella fue una mujer muy malvada que jamás se puso bajo el liderazgo de su esposo, sino más bien, lo influyó hacia el mal. El significado de su nombre es muy revelador, “ingobernable” (Parker, Tenney, & White, 1980).
El fin de rechazar los caminos de Dios es siempre dolor e infortunio. Si una mujer no deja que Dios obre en su vida de acuerdo a Sus caminos, que son perfectos y rectos, al final, los resultados son muy amargos. La resistencia al liderazgo del marido afecta a toda la familia.
Cuando la mujer asume la responsabilidad que no le corresponde, toda la familia se ve afectada negativamente. Pero si la mujer determina su corazón en pos de los caminos de Dios, y toma el lugar que Dios le ha dado, llegará a ser una bendición para los que están alrededor de ella, y su fin será dichoso.
Te amo en el amor del Señor Jesús.
¡Dios te bendiga!
Pastor Wiliam Recinos.
