La muerte nos libera de la naturaleza de pecado y nos hace libres.

2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.
3 Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.
4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros, llevando fruto para muerte.
6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

Romanos 7:2-6

Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Romanos 6:6

* La naturaleza de la carne es nuestra condición no regenerada. Es la naturaleza con la que entramos a este mundo, llevando una herencia de pecado por causa de la desobediencia.

* Los efectos entonces de esta condición son todas las pasiones y deseos. Obtendremos el fruto de cómo vivimos en realidad. Recordemos que la palabra dice que por sus frutos conoceréis, no podemos dar lo que no tenemos y solo podremos reproducir lo que nosotros somos.
Por eso el evangelio de Juan nos dice:

Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Juan 3:6

* Ese hombre viejo es crucificado solo si está unido con Cristo, porque el que ha muerto ha sido justificado del pecado y ahora se levanta en Cristo.

* La libertad en Cristo causa un revestimiento conforme a la imagen de aquel que pagó por nuestros pecados y nos lleva a un conocimiento pleno de su propósito.

9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta el conocimiento pleno,

Colosenses 3:9-10

¡Aleluya!

Pastor William Recinos

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