Solamente tener conocimientos acerca de nuestra meta, no es suficiente para llegar a ser parte del Supremo Llamamiento.
Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
Mateo 22:14
Para llegar a ser escogidos y no solo llamados, debemos pedir que nos sea impartida la unción del espíritu de Sabiduría. Esta unción solo puede ser dada por Dios mismo, cuando le clamamos que nos la conceda.
El apóstol Pablo oraba para que los creyentes de Éfeso recibieran el espíritu de sabiduría, así como el espíritu de revelación:
17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
Efesios 1:17-18
18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
En la biblia vemos que el Espíritu Santo tiene siete unciones principales, entre ellas está el espíritu de sabiduría:
Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.
Apocalipsis 4:5
Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
Isaías 11:2
El espíritu de sabiduría y revelación trabajan juntos y se complementan entre ellos para cumplir el propósito de Dios en nosotros. Y la mejor parte es que estas unciones están a nuestra disposición, pero debemos clamar por ellas.
La unción de revelación nos explica lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas, pero el espíritu de sabiduría nos muestra cómo debemos actuar y vivir para llegar a obtener eso que se nos ha sido revelado.
Clamemos con fervor, constantemente, para que seamos ungidos con la unción del espíritu de sabiduría y caminemos conforme a los planes de Dios para nosotros.
¡Aleluya!
Pastor Wiliam Recinos
