No importa el color de nuestra piel, nuestro nivel social, o la estructura cultural a la que pertenecemos, pues todos tenemos la misma manera de nacer e iremos un día al sepulcro; pero no todos tendremos un mismo fin.
La biblia dice que aquel que está en Cristo es una nueva criatura y esto hace una gran diferencia en la eternidad.
¿Te has imaginado qué difícil sería nuestra vida sin tener la confianza de una esperanza de vida después de la muerte?
Lamentablemente, muchas personas están viviendo en cuerpo, pero sus espíritus han muerto a causa de las dificultades o circunstancias que han tomado control de sus vidas. Aunque coman, beban y traten de llevar una vida feliz, solamente es una fantasía que los mantiene distraídos de su realidad.
Hay un hombre que menciona la Biblia que agradó el corazón de Dios, el rey David, no era un hombre perfecto, pues a pesar de su entrega hacia Dios cometió muchos errores y algunos de ellos fatales. Pero hizo la diferencia y salió victorioso en cada una de sus batallas.
¿Qué fue lo que le permitió a David triunfar como líder de su pueblo y personalmente en su espíritu? Fue que nunca dejó de confiar en Aquel en quien creía, siempre adoró al verdadero Dios.
1Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Salmo 27:1-4
2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
3 Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.
4 Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,
Cuando leemos este pasaje, nos damos cuenta del grado de confianza que David tuvo.
Es interesante que él comienza diciendo que Jehová es mi luz y mi salvación, supo hacer la diferencia entre lo que es ser guiado para un resultado victorioso. Quiere decir que la Luz que guía nuestra vida, traerá victoria en todos los aspectos, ya que cuando somos guiados por Dios, a través de la palabra, no habrá Diablo que robe nuestro gozo.
Nuestras esperanzas de seguir viviendo, viene de aquello que nos hace reconocer que hay alguien que cuida por nosotros y ha prometido estar nosotros todos los días hasta que él regrese nuevamente a recoger su pueblo.
La palabra nos da libertad a través de la verdad.
Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Mateo 28:20
Jehová, roca mía, y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Salmo 18:2
Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Salmo 27:4
En una porción del Salmo 27, dice que una cosa es necesaria en sus decisiones para tener la seguridad en la que podemos vivir todos los días; Y consiste en estar todos los días en la presencia de Dios.
Para todos los que están leyendo esta palabra, aquí está la clave para todas las dificultades que puedan enfrentar; Reconocer que Jehová es la luz, el único camino hacia la salvación y que nuestras vidas deben estar rendidas a él todos los días, adorando en Su presencia.
¡Dios te bendiga!
Pastor Wiliam Recinos.