En el reino de Dios, existen niveles de gloria y madurez. Esto quiere decir que incluso cuando todos los cristianos somos hijos de Dios, no todos tenemos la misma cercanía con nuestro Padre. Esta cercanía depende de cómo vivimos nuestras vidas ante el Señor.
No tiene que ver con una clase elite y arrogante que es escogida de entre los hijos de Dios. Los que estarán más cerca de Dios por la eternidad son personas que avanzaron en su caminata de madurez y llegaron a ganar el galardón de Cristo.
La biblia nos habla específicamente de tres niveles de madurez:
12 Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.
1 Juan 2:12-14
13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.
14 Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
Los tres niveles consisten de: Hijitos, Jóvenes y Padres. Todos son salvos, pero solo los de mayor madurez (Padres), son los vencedores plenos.
También se nos dice que hay tres niveles de productividad en el reino de Dios:
Más el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
Mateo 13:23
Aquellos que sean más como Cristo, estarán en un mayor nivel de productividad y madurez. En Apocalipsis 12, se puede ver cómo serán representadas estas categorías de madurez espiritual en los últimos tiempos.
Según la biblia, los descendientes de la iglesia son los niños espirituales:
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.
Apocalipsis 12:17
Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
Apocalipsis 13:7
Las personas que no tienen la fuerza de Dios, respaldándolos, serán vencidos por el enemigo. Por eso, desde que comenzamos nuestra caminata, debemos siempre buscar la fortaleza de Dios y no confiar en nuestra propia habilidad o sabiduría.
La mujer, la iglesia, representa a los jóvenes espirituales:
Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
Apocalipsis 12:1
Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. 15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. 16 Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca.
Apocalipsis 12:14-16
Según la representación de los jóvenes espirituales, el enemigo, perseguirá a la iglesia e intentará destruirla. Pero estas personas tendrán la protección de Dios y serán libradas de la boca de la serpiente.
Y finalmente llegamos al hijo varón:
Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
Apocalipsis 12:5
Los santos que han alcanzado la plenitud de la madurez y serán llevados hasta el trono de Dios, donde regirán las naciones junto a Cristo.
Esta representación de los niveles de madurez espiritual nos exhorta a seguir en nuestra caminata, avanzando y no viendo atrás. Todo lo que dejamos en este mundo no tiene comparación con lo que nos será dado si no abandonamos el camino de la justicia y la obediencia a los mandamientos de Dios.
Sigamos orando y clamando para llegar a ser parte del Hijo Varón. Tengamos la mirada en el cielo, enfocados en las cosas celestiales.
¡Aleluya!
Pastor Wiliam Recinos
