El amor de Dios es un amor perfecto y sin condiciones. 

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.

Juan 3:16

Su amor nunca se acaba, es  para siempre y no se enfoca en quién eres o en lo que has hecho. El amor que Dios tiene por ti es indescriptible, difícilmente lograremos entenderlo a nivel humano. ¡Así de maravilloso es el amor de Dios!

El amor de Dios es infinito, jamás terminará. No hay nada que puedas hacer para lograr que él deje de amarte o para que te ame menos. Te guste o no, Dios te ama y quiere lo mejor para ti. 

Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Romanos 5:8 

Pero el pecado hace una gran diferencia, pues es un problema muy grave. Dios odia el pecado y no lo tolera.

El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

1 Juan 3:8

Nuestros pecados forman una barrera entre nosotros y Dios. El amor de Dios por nosotros sigue existiendo, pero nuestros pecados intentan cegarnos e impedir que lo sintamos. Por eso Dios envió a Jesús.

Es bastante duro cuando la palabra dice que Dios aborrece al que peca, su ira está sobre él, Dios es amor y ama al pecador que se arrepiente, pero al que se rehúsa Dios tratará de diferente manera, no lo digo yo sino el evangelio de Juan.

El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

Juan 3:36

¿Esto impactó mi forma de ver al pensar que es rehusarse a creer en el hijo? Estar en contra de Jesús es lo mismo de un anti-Cristo; o sea, alguien que hace lo contrario que Jesús nos enseña a través de la palabra.

¿Ahora la pregunta es: cuántos todavía nos negamos a caminar de acuerdo al ejemplo del Cordero?

La misericordia de Dios es que si nos arrepentimos, él nos perdona. 

El Apóstol Pablo lo declara de esta manera:

38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada, nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos 8:38-39

Cuando reconocemos nuestros pecados, nos arrepentimos de ellos y creemos que Jesús nos salvó, el pasado es borrado por el  amor de Dios. Su amor nos purifica y nos llena.

Amado, si Dios aborrece el pecado, no le hagamos enojar, no lleguemos al punto de rehusarnos recibir del regalo de su redención. 

Digamos en este día, DECIDO NO PECAR. 

¡Aleluya!

Pastor William Recinos

Similar Posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *