Para aquellos que estén vivos cuando llegue el fin de la edad de la Iglesia, hay una revelación que es muy
importante que entendamos. Hay un cumplimiento mayor de la esperanza del cristiano que estará disponible en esos últimos tiempos. Mientras Dios sigue adelante con Sus planes, nosotros debemos ver lo que Él está haciendo y unirnos a ello. Queremos entrar en todo nuevo mover que Él ofrezca a Su pueblo, para ayudar a preparar el camino del Señor y estar calificados para reinar y gobernar con Cristo en su Reino.
Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora…
Romanos 8:19-22
Aquí, el apóstol Pablo nos dice que la creación tiene dolores de parto y está esperando que los hijos de Dios sean revelados. El mundo fue puesto bajo la maldición de pecado cuando Adán y Eva cayeron en el huerto del Edén, pero tiene la esperanza de que será librado de esta esclavitud. ¿Cuándo sucederá eso?
La Palabra de Dios no dice que sucederá cuando Cristo, el Hijo de Dios sea revelado, ¡sino cuando los hijos de Dios sean revelados! Tal como Adán y Eva trajeron esta maldición sobre el mundo, la misma será quitada cuando los hijos vencedores de Adán y Eva sean revelados como los hijos de Dios.
Romanos 8:22 dice que el mundo gime con dolores de parto, esperando el glorioso «nacimiento» de esos hijos de Dios. Leí un artículo muy interesante en la revista Time, hace unos 15 años, que me ayudó a explicar esto. El artículo decía que un grupo de científicos había estudiado la creciente actividad sísmica alrededor del mundo durante el siglo XX. Los científicos habían reunido toda su información, la cual mostraba que los terremotos estaban aumentando en intensidad y en frecuencia en todo el mundo. Al hacer una gráfica de esto, dijeron que se parecía a la gráfica de los dolores de parto de una mujer, ¡según se van incrementando las contracciones en rapidez e intensidad antes del tiempo del alumbramiento! Probablemente, ninguno de esos científicos conociera esa verdad de la Biblia; sin embargo, nos da otra confirmación de que el tiempo de la revelación o del «nacimiento» de los hijos de Dios se está acercando.
Pablo sigue diciendo que no sólo el mundo, sino que también los cristianos han de sufrir esos dolores de parto.
Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos…
Romanos 8:23
El anhelo del Espíritu Santo dentro de nosotros es por nuestra plena redención, y ese anhelo puede convertirse en una carga tan real en nuestros tiempos de oración como cuando una mujer sufre dolores de parto. Ha habido épocas durante mi caminar con Dios en que he experimentado este tipo de oración. Pablo habló más sobre esto unos versículos más adelante.
Con gemidos indecibles o que no puede expresarse verbalmente
Romanos 8:26
La carga de oración puede ser tan pesada sobre un corazón, que sólo el lloro, el gemido y un profundo dolor de parto, pueden expresarla. Sin embargo, el propósito de estos dolores de parto espiritual es formar la naturaleza de Cristo en nosotros, o como Pablo mencionó acerca los creyentes de Galacia:
Por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros
Gálatas 4:19
Esta oración con dolores de parto también puede ser a favor de otros en los que el Espíritu de Dios está trabajando en su interior.
El libro de Apocalipsis sigue diciéndonos cómo la Iglesia de los últimos tiempos también tendrá dolores de parto por la revelación de los hijos de Dios. Muchas veces, el libro de Apocalipsis usa un cuadro o señal para describir a un grupo de gente. Por ejemplo, en Apocalipsis 17:1-6 podemos leer sobre el misterio de Babilonia la grande, la madre de las rameras. Los eruditos de la Biblia están de acuerdo en que esto no se refiere a una persona en específico, sino a un grupo de personas, aquellos que componen la falsa Iglesia. De forma similar, leemos en muchos sitios, sobre un misterio diferente: la Esposa de Cristo, la Iglesia verdadera.
Podemos estudiar acerca de cómo esta mujer, la Iglesia, dará a luz con dolores de parto en esos últimos tiempos. Tal como esta mujer es un grupo de personas, la Iglesia, el hijo que ella dará a luz será un grupo de personas: la descendencia de la Iglesia.
Apareció en el cielo una señal maravillosa: una mujer revestida del sol, con la luna debajo de sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba en cinta y gritaba por los dolores y angustias del parto… Ella dio a luz un hijo varón que gobernará a todas las naciones con puño de hierro. Pero su hijo fue arrebatado y llevado hasta Dios, que está en su trono.
Apocalipsis 12:1-2,5
Los conocedores de la Biblia han ofrecido varias posibles interpretaciones de esta gran señal que Juan vio en el cielo. Debido a las similitudes entre este hijo y Jesucristo, muchos estudiosos han dicho que este hijo (o «hijo varón «) es el Señor Jesús. Sin embargo, hay razones claras que muestran por qué eso no es correcto.
En primer lugar, el libro de Apocalipsis fue escrito como un libro de profecías futuras, según Apocalipsis 1:1, 1:3 y 22:6. Cuando Juan escribió el libro de Apocalipsis, cerca del fin del siglo primero d.C., el nacimiento de Cristo ya era un hecho histórico que había sucedido unos 90 ó 95 años antes. A Juan se le dieron visiones sobre el futuro, no sobre eventos históricos del pasado.
Una segunda razón por la que este «hijo varón» no es Jesucristo, se debe a que Juan dijo que esa visión que vio era una gran señal en el cielo. Todos sabemos que el nacimiento de Cristo en Belén fue un evento terrenal, no una señal celestial.
Encontramos una tercera razón en Apocalipsis 12:5, donde dice que el niño fue llevado al cielo inmediatamente después de su nacimiento; sin embargo, Jesús no ascendió al cielo después de su nacimiento, sino después de Su muerte y resurrección. Para aquellos católicos romanos que creen que la visión de la mujer celestial era María, esto contradice sus otras doctrinas erróneas acerca de María, porque la mujer de Apocalipsis 12 tuvo otros hijos en el versículo 17.
Cuando examinamos correctamente el libro de Apocalipsis, encontramos que estos eventos escritos en el capítulo 12 hablan de algo que ocurrirá en los últimos tiempos, cerca de la época de la Gran Tribulación.
Está hablando acerca de una mujer celestial, que no es ni María ni la Israel terrenal, sino la misma mujer celestial de la que se habla en los capítulos 19, 21 y 22, que es la Iglesia, la Esposa de Cristo. Esta mujer gemirá con dolores de parto, y será como los dolores que hemos estudiado en Romanos 8:18-23, que tanto el mundo físico como los individuos cristianos padecerán. Además, todos estos dolores de parto tendrán el mismo propósito: ¡preparar para la revelación de los hijos de Dios! La Iglesia de los últimos tiempos tendrá dolores de parto y dará a luz una compañía de hijos que serán en una mayor medida conformados a la imagen de Cristo de las siguientes e importantes maneras.
¡Dios te bendiga!
Pastor Wiliam Recinos.