Al estudiar los aspectos de la revelación que nos ayudan a ver con más claridad la esperanza del cristiano, vemos cada vez más la importancia del término «Sión». El nombre «Sión» obtiene un significado profético
creciente a medida que recorremos la historia de la Biblia. Desde su significado original de un monte alto
en Jerusalén, Sión sigue adelante en el Antiguo Testamento para significar el alto llamamiento de Dios
para Su pueblo. Al final del Nuevo Testamento, revela el centro de los propósitos y posición del cielo. ¿Qué
significa todo esto para nosotros? Comencemos por el principio.

La primera vez que aparece el nombre Sión en la Biblia es en 2 Samuel:

Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, pues aún los ciegos y los cojos te echarán [queriendo decir: David no puede entrar acá]. Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David. Y David moró en la fortaleza, y le puso por nombre la Ciudad de David; y edificó alrededor desde Milo hacia adentro. Y David iba adelantando y engrandeciéndose, y Jehová Dios de los ejércitos estaba con él.

2 Samuel 5:6-7, 9-10

Al inicio del reinado de David en Israel, él se levantó con su ejército para atacar a los jebuseos en Jerusalén. Quería establecer una buena capital para su nación, así que David escogió esta ciudad con una gran fortaleza que estaba a tan sólo cinco millas (8 Km.) al norte de su ciudad natal, Belén. Los jebuseos habían construido una fortaleza sobre un monte al lado sureste de Jerusalén, llamado monte Sión. El monte fue llamado así por la fortaleza, ya que el nombre de «Sión» significa «fuerte o fortaleza»

Una vez que David conquistó esta fortaleza, se convirtió en la capital de su reino, la cual también llamó «la Ciudad de David». Mientras David gobernó desde Sion, el Señor extendió su reino hasta que David gobernó sobre un gran imperio, desde el río Éufrates hasta Egipto.

Además de ser la Ciudad de David, donde reinaba el rey con gran autoridad, este monte llamado monte Sión obtuvo también otro gran significado en el tiempo de David. El monte Sión fue donde David edificó un tabernáculo y colocó el arca del pacto. Leemos:

Hizo David también casas para sí en la ciudad de David, y arregló un lugar para el arca de Dios, y le levantó una
tienda…Así trajeron el arca de Dios, y la pusieron en medio de la tienda que David había levantado para ella

1 Crónicas 15:1 y 16:1

Este arca, originalmente colocada en el Lugar Santísimo del Tabernáculo de Moisés, era la morada de Dios, el lugar desde donde Él hablaba y revelaba Su gloria a Su pueblo. El rey David colocó el arca en el Tabernáculo del monte Sion, el cual constituyó lugar de adoración donde Dios moraba en medio de Su pueblo. Cuando se colocó el arca en este tabernáculo, Sion se hizo famosa por dos razones: ¡tanto el trono del rey como el arca de Dios estaban allí! El trono nos habla de autoridad, mientras que el arca nos habla de adoración y de la gloria de Dios. Tal como revelan las Escrituras, lo que el trono y el arca en Sión representan continúa teniendo un gran significado profético.

Encontramos un paralelismo espiritual muy similar en las Escrituras.

Dios es conocido en Judá; en Israel es grande su nombre. En Salem está su tabernáculo, y su habitación en Sion

Salmo 76:1-2

Aquí podemos ver un conocimiento espiritual mayor al ser llevados al centro geográfico del pueblo de Dios.
En las afueras, entre todos los israelitas, el nombre de Dios es grande. Al cambiar el enfoque hacia la provincia más importante, encontramos un nivel más alto de conocimiento espiritual: «Dios es conocido en Judá». Este es un nivel espiritual más alto, al haber muchas personas que saben que el nombre de Dios es grande, pero, sin embargo, ellos no conocen al Señor personalmente. Después, según vamos reduciendo la búsqueda para examinar el centro de la nación, llegamos a la capital. Aquí en Jerusalén encontramos una experiencia espiritual mucho mayor, porque Jerusalén tiene el tabernáculo de Dios, y particularmente en el monte Sión está la morada de Dios.

Todos los israelitas eran el pueblo de Dios y se podían preparar para recibir una recompensa en el cielo. A algunos se les ofreció un llamado superior que a otros, como a la tribu de Judá, que obtuvo el linaje real. Sin embargo, la gente que vivía en Sión estaba en el centro mismo de la acción, porque el trono de David y la adoración frente al arca estaban allí.

Por consiguiente, Sión pasó a ser sinónimo del supremo llamamiento de Dios, que estaba disponible para el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. A los que nacían en Sión se les daba un gran honor (ver Salmo 87:1-6). El monte Sión era un lugar de gozo y seguridad, la ciudad del gran Rey (ver Salmo 48:1-14). La gente verá a Dios en Sión (ver Salmo 84:7). Allí el Señor aparecerá en gloria (ver Salmo 102:16).

Te amo en el amor del Señor Jesús.

¡Dios te bendiga!

Pastor Wiliam Recinos.

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