¿Mi edad?

El Apóstol Pablo nos enseña que aunque el niño es heredero y Señor de todo, en nada se diferencia del esclavo.

Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo;

Gálatas 4:1

Un esclavo puede disfrutar de la comida y vestido de su amo, pero no puede disponer de sus posesiones ni utilizarlas como él quiera. Así que el niño, aunque su papá sea el dueño de todo y decidido que algún día todo pase a nombre de  su hijo, este no podrá disfrutar de su herencia hasta el tiempo que señale el padre.

Un hijo debe crecer para poder tener la capacidad de manejar la herencia dada por su padre. Es muy peligroso para un hijo darle la herencia cuando todavía no sabe como manejarla. 

Todos conocemos la historia del hijo pródigo que pidió la parte de la herencia que le correspondía y la utilizó para vivir perdidamente, hasta que desperdició todo y paso tanta hambre que deseó comer comida de cerdos. 

La herencia que se recibe antes de tiempo puede volverse una maldición, cuando no la sabemos manejar. Y mientras se es niño, se es inmaduro y solo quiere satisfacerse a sí mismo sin pensar en los demás.

Espiritualmente, es lo mismo, al arrepentirnos de nuestros pecados, al convertirnos de las tinieblas a la luz, al recibir a Jesús como nuestro Señor y Salvador, somos hechos hijos de Dios, nacemos de nuevo, y nos volvemos hijos de Dios, pero somos unas nuevas criaturas; somos niños en Cristo, aunque somos salvos y somos futuros herederos por ser sus hijos; somos niños y no dejaremos de serlo hasta que crezcamos. 

Si no llegamos a crecer y llegar a la madurez, no podremos ni disfrutar nuestra herencia ni utilizarla. Somos niños en Cristo cuando somos cristianos carnales y andamos en celos y contiendas con los demás, veamos lo que Pablo dice en Corintios:

De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. ² Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, ³ porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?

1 Corintios 3:1-3

Necesitamos dejar de ser niños, necesitamos dejar de ser carnales y pasar a ser espirituales, andando en el espíritu y no satisfaciendo los deseos de la carne. 

Debemos de hacer la voluntad de Dios y no la nuestra. No debemos actuar de acuerdo a nuestras emociones, sino de acuerdo a su palabra. 

Nuestros pasos deben de estar ordenados por su Palabra y no por nuestra voluntad y emociones. Es necesario crecer espiritualmente bebiendo la leche no adulterada de la Palabra de Dios, a través de una comunión diaria con nuestro Señor. 

Necesitamos crecer en la gracia y el conocimiento del Señor. ¿Cómo creceremos si no pasamos tiempo con él?  

Seremos conformados a Cristo si aprendemos a pasar tiempo a solas en su presencia aprendiendo de él, pasar con él.

¿Qué es lo que no pueden recibir los niños en Cristo?

Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,

1 Corintios 3:2 

¿Qué obras carnales manifiestan los niños?

Porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?

1 Corintios 3:3 

¿Qué es lo que no puede entender un niño en Cristo?

Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;

Hebreos 5:13 

¿Para quién es el alimento sólido?

Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

Hebreos 5:14

¿Qué recomienda Pablo?

Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.

1 Corintios 14:20

Al ser hechos hijos de Dios, por su gracia nos volvemos herederos de Dios y coherederos con Cristo, pero nuestra herencia no la podremos disfrutar si no dejamos de ser niños.

¡Aleluya!

Pastor William Recinos