Paso a paso, nuestro Señor se está moviendo hacia el cumplimiento de Su propósito final para el hombre. Al estudiar las Escrituras, podemos ver claramente cuándo se cumplirá este plan y nos convertiremos en
los hijos maduros de Dios. Nuestro Señor Jesucristo declaró que esto sería en el momento de la resurrección.
Mas los que fueron tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.
Lucas 20:35-36
El apóstol Pablo también confirma esta verdad, Después de escribir sobre cómo la creación está esperando la manifestación de los hijos:
Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo
Romanos 8:21
Así que, en estos versículos, Pablo deja claro que el tiempo de nuestra total adopción y la manifestación de los hijos de Dios serán en la resurrección. En ese momento, los santos redimidos y resucitados serán semejantes a Cristo, no sólo en el espíritu, sino también físicamente.
Por eso, los santos que están ahora en el cielo aún no han sido totalmente conformados a la imagen de Cristo. Como hemos mencionado antes, ellos han sido purificados y perfeccionados en espíritu. Sin embargo, aún no han sido perfeccionados en cuerpo, pero cuando a los redimidos se les dé un cuerpo inmortal glorificado, entonces seremos totalmente semejantes a nuestro Señor y Hermano Mayor. ¡Nuestro cuerpo humano será transformado para ser como el suyo!
¡Dios te bendiga!
Pastor Wiliam Recinos.